México cuenta con 22 especies de loros y guacamayas.
Todas las especies están oficialmente en una categoría de riesgo: 11 especies están en peligro de extinción; 7 están amenazadas y 4 están bajo protección especial.
En 2010 se publicó una nueva clasificación de las especies de loros en riesgo en México, que aumentó el número de especies en peligro de extinción de 6 a 11. Esto significa que el 50% de todas las especies mexicanas están en riesgo de desaparecer a corto plazo.
La captura de loros es una actividad que se realiza en México desde hace siglos. Los pueblos indígenas los utilizaban como alimento, como mascotas y por sus coloridas plumas, muy apreciadas como adornos para la ropa o con fines artísticos en el famoso arte plumario.
Durante más de 50 años se intentó regular la captura de loros en México mediante diferentes leyes para garantizar su uso sostenible. Sin embargo, no funcionó y, con el paso de los años, los loros fueron sobreexplotados legal e ilegalmente, lo que los llevó al estado de conservación más crítico. De hecho, la mayoría de los loros y guacamayas silvestres a la venta procedían del comercio ilegal.
En el 2007 documentamos que más de 78.000 loros fueron capturados ilegalmente cada año; el 77% murió antes de llegar a un consumidor, lo que significa alrededor de 60.000 loros muertos.
Esto significa que 8 de cada 10 loros mueren en el proceso de captura, recolección, transporte, distribución y venta; en otras palabras, por cada loro que un consumidor compra, 4 loros mueren en el camino desde la captura hasta la venta.
En 2022, publicamos una revisión del comercio ilegal de loros en México, y nuestra estimación reciente es que de 2009 a 2021, el comercio ilegal disminuyó 47.14%. La captura ilícita anual de loros ahora está en el rango de 34,000 a 41,500 loros. Gracias a la prohibición de 2008 y a la campaña contra el comercio ilegal que iniciamos con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en 2009, estimamos que entre 31,000 y 37,000 loros han dejado de ser capturados anualmente.
En el 2022 documentamos que el comercio ilegal de loros y guacamayas ha disminuido un 47%, gracias a la campaña de concientización que iniciamos en el 2009 con la PROFEPA y muchas organizaciones e instituciones y que ha alcanzado a decenas de millones de mexicanos.
Por desgracia, esto no es suficiente. Para garantizar la supervivencia de la mayoría de las especies de loros, el comercio ilegal debe disminuir en un 80% o 90%. Esto se puede lograr, hay lugares en México donde la venta ilegal de loros ha disminuido casi en un 90%.
Por favor ayúdanos a combatir el comercio ilegal de loros. Tu donación es necesaria para que podamos continuar con nuestras campañas para reducir la demanda de todas las especies de loros en peligro y amenazados.
Fotos: Teyeliz